Dos amigas y un moreno de polla larga enfiestados a puro sexo. Al llegar a la casa escucha a su compañera lesbiana gimiendo, está en la habitación donde los espiará, tiene la gran polla del negro en la boca, eso la excita, las sensaciones se le mezclan, así que ingresa y los interrumpe, donde finalmente recibe la invitación a compartir ese pedazo de carne que hace gozar a las dos de tal forma que se van a replantear si quieren seguir siendo lesbianas.